Este es el Hotel Carter. Al llegar creí que era una broma, como entrar a una película de terror dónde en cualquier momento salía un espíritu de entre las paredes, que tenían los mismos decorados que en el año 50 (y no los habían limpiado).
Al leer el cartel “se se va en menos de 10 minutos le devolvemos el dinero” todo encajó, debía ser algo común.
Olía tan mal que al llegar tuve que meter todo en la lavadora, el olor se había impregnado en todo lo que estuvo en la habitación.
Las sábanas las cambiaron una vez en 6 días. Las toallas no las cambiaron. Vi cómo algunos huéspedes pedían las toallas en la recepción. En mi habitación había 4, una es la de las fotos, las otras solo estaban medio deshechas.
La gente que iba de compras a NYC, dejaba las cajas tiradas en los pasillos y nadie venía a recogerlas.
Los pasillos parecían los de las cárceles de las películas.
En la habitación solo había un interruptor para las luces. Solo funcionaban los enchufes del aire acondicionado y el televisor no tenía mando y apenas canales. El baño y las sábanas estaban limpias. La manta no. En todas las superficies se podían plantar patatas.
La ubicación es buena y para un viaje corto y de compras puede funcionar, pero el precio es igual al de otros hoteles de la zona que no son tan desastrosos.
En definitiva si no tenéis otra opción puede ser útil, pero de ninguna manera os creáis las fotos de su web. Nunca se os ocurra metoros aquí “de pareja”.
El detalle del cuadro con las dos torres es genial.
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