Alberto, el pintor que era perseguido por las nubes
– Marisa, ha caído un gota sobre mi pintura.- Sí querido, lleva cuatro horas lloviendo.
– Lo de siempre, las nubes atentan contra mi arte.
– Sí Alberto, sí, haz el favor de venir a cenar… y trae el cuadro dentro, que en el jardín se seguirá mojando.
– Marisa, parece que estuvieras a favor de las nubes.